Querido Ídolo:
Me reconozco como seguidor Suyo desde el principio de Su Carrera y confieso que llevo tiempo deseando escribirLe una carta para manifestar mi admiración por Usted.
Antes de nada debo pedir disculpas por hacerLe perder Su preciado tiempo leyendo esta carta.
Mientras la estoy redactando me doy cuenta de tamaño atrevimiento por mi parte, de hecho, empiezo a considerar un merecido castigo porque, soy consciente, de que una persona como Usted seguramente tendrá una apretada agenda, y grandes cosas por hacer y crear, y nuevas tendencias de moda que compartir de manera desprendida con la sociedad, y enormes monumentos que edificar que pasarán a formar parte del patrimonio histórico de la humanidad, y que venga alguien tan insignificante como yo con la intención de arrebatarLe unos preciados minutos de Su Vida...¡es que no tengo perdón de Dios!.
¿Será Usted capaz de disculparme, querido Ídolo?.
Fdo: La Tostada Insurgente
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