6 dic 2011

Y eStos DoS eN mAnga cOrTa...


Estas son mis razones- dijo la razón, y tenía razones para decirlo- pero en ocasiones lo dudo- dudó la duda…- ¿será acaso que no estoy en lo cierto?- inquirió junto a indecisión-. La sala comenzó a llenarse de invitados inesperados que se debatían entre postulados.
Tendré que llegar a un acuerdo satisfactorio - dijo la sensatez-. ¡Me reafirmo en mis razones!- surgió una alianza entre razón y ego-. Un murmullo reprobatorio invadió la estancia. Se habló a la vez; la negación, la impetuosidad, la frustración…La memoria recordó haber vivido esta situación antes y la coherencia trató de poner orden, pero fue rebatida por la rebeldía, que también tenía sus razones, las cuales no faltaron tampoco a la experiencia.
Humildad callaba, empatía entraba y salía constantemente, y las alianzas se producían ipso facto en cada intervención mediante complejas formas habidas y por haber; autenticidad junto a altivez, liderazgo se apoyaba en autoridad, la gracia aplacaba algunos ánimos con despreocupación…pero decisión tenía que aparecer en algún momento para poner fin a la cuestión. Naturalidad y simpleza parecieron buenos candidatos para zanjar la cuestión por el momento, pero a la duda no le acabó de convencer la resolución, y es que el ego, condicionado por el conocimiento, tenía que, aunque en última instancia acatara el habrá que.
Cuando hubo que, la razón dio sus razones, pero la duda las dudó, porque el ego siguió teniendo que. La memoria recordó que habría que, y lo que habría que se vió respondido por ¿por qué habría que?. Alguien explicó porqué habría que, pero a alguien le pareció que quiso decir que hay que y entonces lo que hubo que ya no se supo que, aunque en el fondo todos sabían que.
Fdo. : La Tostada Insurgente